Hace muchos milenios, los mortales podían comunicarse directamente con seres poderosos y omnipotentes, estos eran llamados dioses. Estos dioses tenían mucho respeto a estos mortales, los veían como seres débiles pero de gran corazón, con necesidades muy simples. Pero a veces estas necesidades simples se volvían una tarea difícil, por lo que los dioses los ayudaban en lo que podían, para esto los mortales buscaban a los dioses y estos respondían.
Muchas veces estos dioses no estaban cercas para escuchar a los mortales, por lo que los mortales algunas veces perdían esperanzas en medio de un auxilio. Por lo que los dioses decidieron crear una manera de comunicación entre ellos y los mortales.
Crearon unas piedras que servían como medio de comunicación entre los mortales y los dioses.
Y así fue, las piedras les fueron entregadas a los mortales, y estos ni lentos ni perezosos hicieron uso de estas piedras. Pues los dioses dijeron, mientras ustedes tengan esas piedras, nosotros vendremos a cumplirles todos sus deseos si así lo amerita. Pidiendo lluvias, auxilio, rescate, incluso riquezas y poder. Todo eso fue entregado sin falta, cumpliendo sus necesidades al pie de la letra. Todo iba bien, pues los mortales hacían buen uso de las herramientas que los dioses les habían entregado. O eso pensaban los dioses.
De un momento a otro, los dioses recibían mensajes, eran mensajes de odio, decían por qué algunos recibían más lluvias que otros, por qué recibían más auxilio que otros, etc.
Los dioses, que tenían las respuestas a todo, parecían no tener respuesta a esto. Uno de los dioses, entre tremendo descontrol dijo, que no se ha dado más riquezas a uno que a otro, no se ha dado más lluvia que a otro, no se ha dado más auxilio que a otro, simplemente se ha dado lo mismo a todos.
Los mortales no estaban satisfechos. Y fue cuando los dioses se dieron cuenta que el distanciamiento que había con los mortales, era necesario, las piedras fueron una idea errónea.
Por lo que de inmediato pusieron manos a la obra, decidieron eliminar todas las piedras. Los mortales no querían que eso pasara. Sabían que teniendo las piedras, los dioses obedecerían.Por lo que trataron de esconderlas. Pero fue en vano, todas las piedras habían sido destruidas.
Desde ese entonces, los dioses fueron menos constantes con sus visitas a los mortales. Ayudándolos solo con lo necesario, no metiéndose más de la cuenta en sus vidas.
Los mortales no estaban contentos. Se contaba la historia de un exiliado, alguien que los dioses no querían, estaba en la prisión que los dioses forjaron para encerrar a aquellos que atentaban en su contra.
En esta prisión no había muchos reclusos, eran demonios o seres poderosos que no debían ser liberados por nada. Pero había uno de ellos, un aprendiz de un antiguo dios creador de poderosas herramientas que podían destruir incluso el universo. Este era el único aprendiz que quedaba vivo, era una mina de oro para cualquiera con malos pensamientos.
Los mortales lo recordaron, sabían de lo que era capaz, por lo que los mortales más importantes fueron a buscarlo y lo cuestionaron, le preguntaron que si sabía cómo interactuar con los dioses.Él lo sabía todo, los dioses, aunque poderoso, son muy fieles a sus palabras, si ellos dijeron que con esas piedras ayudarían a los mortales, entonces así sería.
Los mortales estaban contentos con esa respuesta. Así que le preguntaron, cómo conseguir las piedras. A lo que el aprendiz dijo: Yo sé de dónde es el material, es una piedra que no está en este planeta, mientras alguno de ustedes toque esa piedra, podrán llamar a los dioses todas las veces que quieran, sólo libérenme, y se las entregaré. Es un material duro pero muy blando a la vez, conozco perfectamente ese material y sé cómo minarlo.
Los mortales pensaron que sería buena idea, pero de inmediato dijeron: Y qué pasa cuando los dioses se enteren de que nosotros tenemos esas piedras, nos las quitarán de inmediato, es una idea tonta.A lo que el aprendiz dijo: yo tengo la solución.
Su solución era la de cambiarle su forma de piedra y así pedir la ayuda de los dioses, sin saber cómo es que los dioses son llamados.
Esos se convirtieron en los Badges que conocemos.